Hoy te proponemos algunas claves para escoger bien la clínica y odontólogos de confianza o más bien dónde debes acudir para que tus tratamientos se finalicen con satisfacción y el seguimiento de tu caso sea una prioridad. ¿Estaremos nosotros dentro de este grupo? Lee este artículo y compruébalo por ti mismo. Redondo y Cardoso apostando siempre por la odontología de calidad.
- Evitar las macro-clínicas, franquicias, cadenas, mutuas, etc. Suelen ser el “McDonald’s de la ortodoncia. Los ortodoncistas de calidad no suelen trabajar en estos sitios, por varias razones. (voy a generalizar, no todas son así, pero sí la mayoría) Este tipo de clínica es un modelo de negocio empresarial y velan menos por la salud del paciente y más por las rentabilidades que les puede dar. Suelen abaratar costos a expensas del material, por lo tanto tienen que basarse en el volumen de pacientes es decir visitar muchos pacientes en menos tiempo. Esto provoca que el ortodoncista no tenga tiempo para dedicarle a los DETALLES del tratamiento.
- Escoger a un ortodoncista que acredite un alto nivel de preparación académica y multidisciplinar. En España hay poca regulación y cualquier dentista puede hacer un curso de fines de semana y llamarse ortodoncista. El máster en una universidad dura tres años y medio, el máster NO es una garantía, pero disminuye mucho el riesgo de daños por tratamientos incorrectos.
- Evita rotundamente a los que defienden una técnica o que solo utilizan una técnica. Un buen ortodoncista sabe usar muchas técnicas o sabe combinar lo mejor de cada una. No todos los pacientes son iguales y por lo tanto habrá una técnica mejor para uno y otra para otro.
- Evita el ortodoncista que intenta “vender” una técnica en la primera visita. El ortodoncista te tiene que informar de tu problema, exponer la solución para este problema y recomendarte una técnica u otra, pero SIEMPRE escogerás tu lo que más te convenga. Cada vez salen más sistemas y técnicas que están de “moda” pero no siempre son las mejores.
- No siempre el más caro es el mejor, pero el más barato es muy sospechoso. Aconsejo escoger un precio que está un poco por encima de la media del mercado, suele ser un precio más realista, ni muy caro ni muy barato.