El trabajo en equipo es algo que existe desde el principio de los tiempos. Desde que el ser humano entendió de manera instintiva que debíamos ayudarnos unos a otros individualmente y como parte de una comunidad.
Con el tiempo esta idea se ha ido extrapolando también al ámbito laboral. En éste se ha comprendido que el trabajo en equipo es una manera de conseguir mejores resultados y de manera más rápida. Es por ello, por lo que se está afianzando cada vez más la idea de los empleados como parte de un equipo y no como individuos independientes.
Fomentamos cualidades como:
Nos ayuda a ser más proactivos en la toma de decisión. Ya que todos los miembros de cada uno de nuestros equipos son piezas imprescindibles de un puzzle. Por lo que se espera la contribución de todos para cumplir el objetivo final.
Nos ayuda a ser más generosos. Dejamos de mirar por nuestros objetivos individuales y empezamos a mirar por los objetivos comunes.
Trabajar con compañeros. Nos ayuda a potenciar nuestra capacidad de adaptación y flexibilidad a los cambios, debiendo tener escucha activa hacia nuevas ideas.
Y sobre todo, potencia nuestra motivación en el trabajo, pudiendo intercambiar impresiones, recibir y aportar ayuda.
En conclusión y tal y como apuntaba Ray Kroc (fundador de Mc’ Donalds): “Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos”