Es habitual considerar que unos dientes mal alineados o una mala mordida sólo son importantes a nivel estético. Pero, si hablamos de salud buco-dental la maloclusión puede ser, a la larga, la causa de problemas digestivos y bucales que no relacionábamos con la correcta posición de nuestros dientes.
La maloclusión o mala mordida se debe a numerosos factores donde se incluyen las causas hereditarias, defectos congénitos o incluso los hábitos adquiridos en la primera etapa de la vida. Los más habituales son la Diferencia entre el tamaño de la mandíbula superior e inferior, algunos malos hábitos en la infancia, la pérdida de dientes o cualquier golpe o fractura de la mandíbula.
Las consecuencias son numerosas, algunas de ellas de gran importancia para el devenir diario como por ejemplo los Problemas derivados de la función mandibular, es decir, una mala oclusión no permite una masticación adecuada de la comida, dado que no existe el contacto adecuado entre los dientes superiores e inferiores. Es por ello que los pacientes que lo padecen suelen tener problemas digestivos.
También encontramos problemas derivados del apiñamiento dental que favorecen que los restos de comida se acumulen en los espacios interdentales. Por tanto serán más propensos a desarrollar caries y enfermedades periodontales.
Por supuesto el Bruxismo provoca, en muchas ocasiones, que el paciente rechine o apriete los dientes de manera anormal y por lo tanto, se produzca un desgaste de los mismos.
Se pueden producir también problemas que afecten a la respiración y al habla, que aunque son menos frecuentes debemos remarcarlos ya que pocas personas piensan en las maloclusiones cuando se producente estas afecciones.
Y por supuesto los Problemas estéticos, ya que la posición incorrecta que adquieren las mandíbulas en los casos de maloclusiones pueden provocar asimetrías y rostros poco armónicos, por lo que, en muchas ocasiones, generan problemas psicológicos y complejos en el paciente.
Cuando hablamos de maloclusión, la edad más temprana para realizar el tratamiento será la más idónea, ya que siempre será más sencillo corregir un problema de mordida cuando la mandíbula aún se encuentra en su fase de crecimiento.
Así, la gran mayoría de problemas de mordida se solucionarán con un tratamiento de ortodoncia -ya sea aparatología funcional o tratamientos de ortodoncia para adultos- junto con un posterior sistema de retención.
En cuanto a la edad adulta, en la gran mayoría de casos la mala oclusión podrá corregirse con tratamientos de ortodoncia, en ocasiones combinados con extracciones. Sin embargo, en casos muy severos y/o en los que el paciente sufra de complejos que le impidan relacionarse de manera habitual, se irá un paso más allá y se optará por la cirugía ortognática combinada con un tratamiento de ortodoncia. Está intervención estará encaminada a la corrección de la mordida, así como a la obtención de un rostro más armónico que cumpla las expectativas del paciente.
Si tienes maloclusión y quieres resolverla para terminar con los problemas derivados de ella, pide una primera consulta en nuestra clínica y determinaremos el mejor tratamiento para mejorar tu aspecto y tu vida en general.